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Sobre "Sueños de un bonzo" de Virginia Benavides

Una reseña del libro objeto "Sueños de un bonzo"[1] por Daniel Aparco [2]


Fotografía: Daniel Aparco


PALABRAS FÓSILES para SUEÑOS DE UN BONZO o Exhumación de espectros o Tratado de lo Somático o Estancias de la Cicatriz o Sumersión en Tenebro o Cuajo o Griterío.

SUEÑO: Sucesos o imágenes que se representan en la fantasía mientras se duerme. Esperanza sin probabilidad de realizarse.

BONZO: Monje budista. Se hace referencia a aquellos que rociándose de líquido inflamable se prendían fuego en público, en acción de protesta o solidaridad. Se quemó a lo bonzo. Suicidio a lo bonzo.

El poemario es también un TRATADO sobre lo material.

ESPECTRO: Fantasma. SUMERGIRSE EN LA OBSCURIDAD.

CUAJO: Fermento de la mucosa del estómago de los mamíferos en el período de lactancia.

GRITERÍO: Confusión de voces altas y desentonadas. El canto de Virginia es una GUERRA DE VOCES.

EXHUMACION: Desenterrar un cadáver, restos humanos, ruinas. Sacar a la luz lo olvidado.


Sueños de un bonzo es la antesala a un secreto que constantemente se nos está por revelar.

AMNESIA, EL RECUERDO ES UN FALSO RECUERDO, CIERRES DE ETAPAS, ADOLESCENCIA IMAGINARIA, roces de amor y de muerte, mucha infancia, exceso de enfermedad y de toda clase de antídotos y traumatorios. AFECCIONES FÍSICAS de un adulto mezcladas con las DOLENCIAS IMAGINARIAS de una ondina. Sana mutación a adolescente punk, amoricidio, amaneceres derruidos, un ser que se siente abandonado en un cuerpo que no es suyo, elfos, un Ícaro, incendio de imágenes falsificadas, monstruos hermosos, volar es el único refugio: incendiarse es la convocación a convertirse en un nuevo ser…


"Un bonzo está hastiado de que la hoguera sea siempre una plaza de calma. Solo Virginia Benavides puede haber resguardado por años en un minotauro corazón un fuego inconfortable y el epicentro de una onda expansiva".


FRAGMENTO:

Un día escribí que casa no es mi casa y que siempre llegaba para después de la cena. Mama me reprochaba y me iba a dormir sin ternura. Un día habité un agujero azul como una invidencia. Mientas más buscaba como un tren alborotado. Todo se acercaba a tocar el corazón de niño que era y revelarlo espuma de hipocampo. La casa es un confín. Y las puertas son voces del interior. El lugar es siempre un puente o una escena en cortadora…


Escribiendo la presentación de “Sueños de un Bonzo” (4 a.m. En la penumbra; en Tenebro), me imaginé a la poeta en medio de un bosque azul quemado, ella desbordada, ángeles quemados también por accidente; está envuelta en un vestido inmaculado con manchas de hollín azul, porta una mirada de niña, pero con un nuevo nombre de mujer que rima con la palabra cicatriz, contempla las cenizas de lo que eran todos sus fantasmas. Pero Tenebro tal vez no tenga el esperado final decretado en esta oda, tal vez es un caparazón inmortal y adolescente, Sueños de un bonzo, ese himno nocturno en esa voz pitonisa es excesivo, adictivo, sin mesura, como los han sido todos nuestros primeros pecados…


[1] Fragmento leído en la presentación del libro objeto "Sueños de un bonzo" de Virginia Benavides, el 12 de julio de 2022 en la Casa de la Literatura Peruana.


[2] Daniel Aparco (Lima, Perú, 1974) es escritor y fotógrafo por vocación. Vivió diez años en calidad de indocumentado en Ginebra, Suiza, donde en 2006 obtuvo el primer puesto en un concurso de fotografía, hecho que le permitió realizar numerosas exposiciones individuales. En el 2009, a su regreso al Perú, su antología de cuento juvenil Viajeros de diciembre ganó un concurso organizado por la Asociación Editorial Bruño y la Municipalidad de Lima. Durante la pandemia produjo La ciudad imposible, novela interactiva conformada por una serie de videos en blanco y negro registrados en la capital y publicados actualmente en YouTube. Trampa para jóvenes escritores (2012), su primera novela, acaba de ser reeditada por su frescura e insólita vigencia.


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