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Foto del escritorPoesía en la Ciudad

Cuatro poemas sobre Papá


MI PADRE LLEGÓ AYER


Mi padre llegó ayer. Ha parecido

una partida más este regreso.

A mi llanto he subido para verlo

perderse por la cuesta más honda.

Qué ganas de decirle que estuvimos

esperando sus pasos

para seguir muriendo!

Qué ganas de que nada, que sus cartas

nunca escritas

nos llegaron sin falta!

Pero la casa

calla.

Y todos caminamos

de puntillas para no despertarla.

Mi padre llegó ayer. No sé quién baja

a media asta los días de febrero.

Mi padre llegó ayer.

Y está más lejos.

César Calvo (Lima, 1940 – 2000)

De “Poemas bajo tierra” publicado en el libro “Pedestal para nadie" (2010)


MI PADRE


Cuando inclina su cabeza,

el mundo en mi pecho reposa.

Oigo la voz del mar, llamándome,

el dedo del tiempo haciéndome nacer,

otra vez dibujándome.

Fuma inmóvil y duerme

de tanta vida. El mundo se mece

en su entresueño: por él yo despierto.

Y cuando acabe su cigarro

el humo que arrojó seguirá dibujándolo

ante mis ojos

con un licor dorado que se embriaga

de silencio.

Julio Ortega (Casma, 1942)

Del libro “De este reino” (La Rama Florida, 1964)


MI PADRE


Mi padre era tuerto.

Era un hombre lleno de raza.

Tenía la camisa vieja y el párpado caído

sobre un ojo triste.

En noches de lluvia como ésta

él se sentaba en el umbral

y nos mentía.

siempre la historia del triste condenado

que montaba su caballo llorando por la desdichada

a quien mató por su traición.

Nunca nadie escuchó el taconeo del finado

ni siquiera mi madre, sorda de esperanzas.

A veces yo creía que mi padre estaba loco

miraba por su ojo muerto

y me juraba que Dios le volteó la bola negra

para que viera dentro de su corazón.

Yo sabía que mentía,

y a veces yo lo amaba

padre tuerto

maldito mentiroso

viejo mío.

Doris Moromisato (Lima, 1962)

Del libro “Chambala era un camino” (NoEvas Editoras, 1999)


7 DE LA NOCHE EN EL AUTO DE PAPÁ


Recordar la adolescencia nos da un poco de esperanza

las carcajadas volando como mariposas naranjas

autos enormes color ocre o hueso

y el pelo siempre al viento

papá me dice que me calme

que todo va a pasar

que lo tengo a él y eso es para dar gracias

entonces lo miro, entre lágrimas rio

mi pulso agitado cesa

puedo ser una niña de 7 escuchándolo tocar la guitarra

o puedo tener 27, cáncer en la cadera o en el vientre

y sigue siendo el hombre con ojos redondos al que más amo

el único capaz de subirse al mismo caballo loco y arrojarse

al precipicio con su nena.


Carol Ángeles (Lima, 1996 – 2023)

Inédito, publicado en libro digital Tayta, tus huellas (Catarsis, 2024)

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